2018-marzo-16

Geri Lanham, voluntaria de Quest de segundo año para Haití, nos hace conscientes de que la capacidad de asistir a la escuela no es algo que debamos dar por sentado. Recibir educación en Haití es “un salvavidas para muchas familias... Lekó Jezi-Mari comenzó bajo un árbol de mango en 1998”. Poco a poco, el pájaro construye su nido…

En Lekòl Jezi-Mari, poco a poco, el pájaro construye su nido  

por Geri Lanham

A medida que me acerco, veo a los estudiantes luciendo elegantes con sus uniformes planchados de color amarillo sol y marrón chocolate. Estos 576 estudiantes son una encarnación viva de Lekòl Jezi-Mari y de la educación que están recibiendo, que es un salvavidas para muchas de sus familias. 

La mayoría de estos estudiantes provienen de entornos socioeconómicos bajos. Para ellos, la escuela no es sólo un lugar de aprendizaje literario. También es un lugar para aprender habilidades para la vida y aprender a interactuar unos con otros y con maestros que sienten compasión por ellos y que quieren que tengan éxito a pesar de las dificultades que se encuentran en su contra. Algunos de estos estudiantes serán los primeros en sus familias en graduarse de sexto grado.

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